El Perú es un país diverso y rico en cultura, historia y naturaleza. Su territorio se divide en tres grandes regiones geográficas: la costa, la sierra y la selva. Cada una de ellas tiene características propias que la hacen única y atractiva para los visitantes.


La Costa

La costa peruana es una franja de tierra que se extiende a lo largo del océano Pacífico, desde la frontera con Ecuador hasta la frontera con Chile. Tiene una longitud de unos 3.000 kilómetros y un ancho promedio de 200 kilómetros. Su clima es árido y seco, con escasas lluvias y temperaturas moderadas. La costa alberga el 55% de la población peruana y es el centro económico y político del país.

La costa se caracteriza por su diversidad de paisajes y ecosistemas.
En el norte, se encuentran playas de arena blanca y aguas cálidas, ideales para el surf y el turismo. También se hallan importantes sitios arqueológicos de las culturas prehispánicas, como la ciudadela de Chan Chan, la huaca del Sol y la Luna, y el complejo de Sipán.

En el centro, se ubica la capital, Lima, una metrópoli moderna y cosmopolita que ofrece una variada oferta cultural, gastronómica y de entretenimiento. También se destacan las reservas naturales de Paracas y las islas Ballestas, donde se puede observar una gran variedad de aves y mamíferos marinos.

En el sur, se aprecian paisajes desérticos y montañosos, como el desierto de Ica, el oasis de Huacachina, las líneas de Nazca y el cañón del Colca. Además, se encuentra el lago Titicaca, el más alto y navegable del mundo, que comparte con Bolivia y que alberga a comunidades indígenas que conservan sus tradiciones y costumbres.


La Sierra

La sierra peruana es la región andina que se extiende desde la frontera con Ecuador hasta la frontera con Bolivia. Tiene una superficie de unos 600.000 kilómetros cuadrados y una altitud promedio de 3.000 metros sobre el nivel del mar. Su clima es frío y seco, con marcadas diferencias de temperatura entre el día y la noche. La sierra alberga el 28% de la población peruana y es el centro histórico y cultural del país.

La sierra se caracteriza por su belleza natural y su riqueza patrimonial.
En el norte, se encuentran las cordilleras del Huascarán y del Huayhuash, que forman parte de los Andes tropicales y que poseen algunos de los picos más altos y nevados del país. También se hallan las ruinas de Kuelap, la fortaleza de los chachapoyas, y el sarcófago de Karajía, una muestra de la arquitectura funeraria de esta cultura.

En el centro, se ubica la ciudad de Cusco, la antigua capital del imperio incaico y el principal destino turístico del país. Desde allí, se puede acceder al santuario histórico de Machu Picchu, la ciudadela de piedra que es considerada una de las maravillas del mundo. También se destacan el valle sagrado de los incas, el parque nacional del Manu y la montaña de siete colores.

En el sur, se aprecian los volcanes de Arequipa, la ciudad blanca que es patrimonio de la humanidad, y el valle del Colca, donde se puede admirar el vuelo del cóndor, el ave más grande de los Andes.


La Selva

La selva peruana es la región amazónica que se extiende desde la cordillera de los Andes hasta la frontera con Brasil y Colombia. Tiene una superficie de unos 800.000 kilómetros cuadrados y una altitud que varía desde los 400 hasta los 4.000 metros sobre el nivel del mar. Su clima es cálido y húmedo, con abundantes lluvias y una alta biodiversidad. La selva alberga el 17% de la población peruana y es el centro ecológico y natural del país.

La selva se caracteriza por su exuberancia y su variedad de flora y fauna.
En el norte, se encuentran los ríos Marañón y Ucayali, que forman el nacimiento del río Amazonas, el más caudaloso y largo del mundo. También se hallan las reservas nacionales de Pacaya Samiria y Allpahuayo Mishana, donde se puede practicar el ecoturismo y el avistamiento de animales como el delfín rosado, el manatí, el mono, el oso hormiguero y el jaguar.

En el centro, se ubica la ciudad de Iquitos, la más grande y poblada de la selva, que se comunica solo por vía fluvial o aérea. Desde allí, se puede acceder al parque nacional del Yanachaga Chemillén y al bosque de protección de San Matías San Carlos, donde se conservan especies endémicas de orquídeas, bromelias y helechos.

En el sur, se aprecian los ríos Madre de Dios y Tambopata, que albergan las reservas nacionales de Tambopata y Bahuaja Sonene, donde se puede disfrutar de la naturaleza y la cultura de los pueblos indígenas como los machiguengas, los ese ejas y los harakmbut.